sábado, 4 de diciembre de 2010

Algunos pensamientos de Marcelino Champagnat

-Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús

-Ojala se pueda decir de los hermanos maristas como de los primeros cristianos: Mirad cómo se aman.

-Para educar a los niños hay que amarlos, y amarlos todos por igual.

-Buenos cristianos y virtuosos ciudadanos.

-Acertaré puesto que Dios lo quiere.

-Enseñar a un niño una lección del catecismo, una oración como el padrenuestro o el avemaría, es una acción mucho mayor y más meritoria a los ojos de Dios que ganar una batalla.

-Si tenéis la dicha de grabar en el corazón de los niños y de los jóvenes el amor y la confianza en la Virgen María, habéis asegurado su salvación.

-El niño pobre ha de ocupar un puesto en la escuela, no según su condición y fortuna, sino según su capacidad. Ha de poder, si sus actitudes se lo permiten, seguir todos los grados, competir con el rico, ocupar un puesto a su lado y aún sobrepasarle.

-La roca que ha de servir de fundamento a una congregación es la pobreza y las contradicciones. Ahora bien, a Dios gracias, tenemos abundancia de ambas cosas: todo lo cual me da pie para creer que edificamos con solidez y que Dios nos ha de bendecir.

-No puedo ver a un niño o a un joven sin sentir profundas ganas de gritarle lo hermoso que es vivir y el gran amor que el Padre Dios nos tiene.

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